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Raju Narisetti

 

En septiembre de 2009, el editor de Washington Post tuiteó sus opiniones sobre el sistema de salud. “We can incur all sorts of federal deficits for wars and what not. But we have to promise not to increase it by $1 for healthcare reform? Sad” (podemos incurrir en toda clase de déficits por guerras y demás. Pero tenemos que prometer no incrementarlo en un dólar por una reforma de salud), fue uno de sus tuits. Narisetti creía que sus 90 amigos y pocas personas más tenían acceso a sus tuits. El problema de ello era la duda que el tuit podía sembrar acerca de la intención de objetividad de la cobertura del diario. Al periodista se le llamó la atención y debió cerrar temporalmente su cuenta de Twitter. Siguió trabajando en el diario, al cual renunció en 2012.

Octavia Nasr

 

La editora responsable de cubrir las noticias del Medio Oriente en CNN tuiteó: “Triste escuchar del fallecimiento de Sayyed Mohammed Hussein Fadlallah. Uno de los gigantes de Hezbollah (un movimiento paramilitar libanés) que yo respeto mucho”, fueron sus palabras. La periodista se disculpó e insistió en que no pudo expresar en los 140 caracteres de Twitter la amplitud de su pensamiento. Aseguró que los elogios al Ayatola eran por su respeto para los derechos de las mujeres. No fue suficiente. En la siguiente reunión con los ejecutivos de CNN, a Nasr se le comunicó su despido, con base en una supuesta pérdida de credibilidad. Había trabajado por 20 años en CNN.

Ahmen Khawaja

 

La periodista tuiteó el 2 de junio de este año que la reina Isabel II había ingresado al King Edward 7th Hospital, en Londres, para ser tratada. Y, minutos más tarde, desplegó otro tuit en que se anunciaba la muerte de la soberana. En realidad, la reina Isabel II había acudido a un chequeo rutinario. Posteriormente, Ahmen Khawaja colocó un tuit en que advertía a sus lectores de que todo había sido una falsa alarma y, aún más tarde, otro tuit en que aseguraba haber dejado el teléfono en casa y que todo había sido una broma.

Estéfani Espín y Paola Vintimilla

 

A principios de febrero de 2012, poco antes de que las dos niñas del colegio Los Pinos, que habían desaparecido recientemente, fueran finalmente encontradas, las periodistas Estéfani Espín y Paola Vintimilla publicaron tuits en que aseguraban que las niñas ya habían aparecido. Por supuesto, la noticia fue desmentida luego y las periodistas debieron ofrecer disculpas lamentando la información errada que recibieron. Las niñas fueron encontradas el 9 de febrero, 7 días después de la publicación de los tuits.

Martín Pallares

 

El lunes 17 de agosto de 2015, Martín Pallares, entonces columnista y editor político de Diario El Comercio, arribó normalmente a su lugar de trabajo. Ese día supo que ya no trabajaría más en el periódico. Se le comunicó su despido con base en sus opiniones personales expresadas en su cuenta de Twitter. Una carta enviada por el diario quiteño a Fundamedios revela el motivo preciso del despido: “incumplió con las políticas del Manual de buenas prácticas en redes sociales vigente en El Comercio desde mayo de 2012, pese a reiterados llamados de atención”. En la carta se hacía hincapié, además, en que cualquier cosa escrita en el medio comprometería la imagen institucional. Desde un tiempo atrás, el diario venía advirtiendo al periodista que no se propasara en sus comentarios en redes sociales, pese a que en descripción de la cuenta de Twitter de Pallares se leía que sus opiniones eran “personales” y no correspondían a las de su “empleador”. En una entrevista posterior, el periodista afirmó que los medios en la actualidad están inmersos en un ambiente de autocensura.

Jorge Andrés Bayas

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